Jo-Wilfred Tsonga se reivindicó como gran revelación de la temporada. Lo hizo en el último torneo del curso, siendo profeta en su tierra y logrando el último billete que faltaba por adjudicar para la Master's Cup de Shanghai. El tenista de Le Mans se proclamó campeón del Masters Series de París (Francia) al imponerse en la final a David Nalbandian (6-3, 5-7 y 6-4).
Tsonga volvió a salir de los vestuarios cargado de moral, saludando a un público volcado en 'su' jugador y dejando a Nalbandian, defensor del título, en un muy segundo plano. Esta situación se agravó cuando la pelota se puso en juego y es que el francés sólo cedió dos puntos en los primeros tres juegos, lo que le hizo ponerse con ventaja en el luminoso desde un primer momento y llevar el tempo del set. Tsonga dispuso el juego que vino practicando toda la semana: puntos cortos, raquetazos planos y variando a cada momento la dirección de sus golpes; Nalbandian por su parte, dio la 'versión B' de su juego: cansado, desacertado y desafortunado. El argentino no aprovechó la única bola de break de la que dispuso en el séptimo juego y acabó pagando su desidia, cediendo la primera manga con un parcial de 6-3.
Nalbandian forzó la tercera manga
Nalbandian no tiró la toalla. Loable la reacción del tenista de Córdoba, que lo intentó hasta el final. Mal pintaban las cosas para el argentino cuando en los compases iniciales tuvo que salvar una nueva bola de break, pero una vez solventado el momento de apuro, se asentó mejor en la pista, restando un paso por detrás de la línea de fondo y haciendo acopio de la reserva de su depósito. David tuvo su primera gran oportunidad en el octavo juego, cuando forzó a Tsonga a salvar un 0-40 en contra; el francés tiró de un poderoso servicio para salvar la situación. Dos juegos más tarde se repitió el guión, pero esta vez el 0-40 significaban tres bolas de set para el argentino. No le hizo falta más que la primera a Nalbandian para cerrar el segundo set a su favor con un parcial de 6-4 y forzar la tercera manga.
'Alí' Tsonga demostró estar acostumbrado a la tensión del tercer set y prueba de ello es que ganó todos sus partidos -excepto la semifinal- en París a tres mangas. El francés fue paciente y aprovechó su primera oportunidad de ruptura en el tercer juego, tomando ventaja en el luminoso antes de llegar al primer asueto. El público del París-Bercy empezó entonces a creérselo y a llevar a su pupilo en volandas. Ningún francés ganaba este torneo desde que Grosjean lo hiciera en el 2001 y Tsonga estaba un paso más cerca. En el momento clave, con 5-4 y servicio, Nalbandian dio sus último coletazos y se puso con un 0-40 a favor, que de nuevo remontó un gran y atrevido Tsonga, que tras dos horas de juego, cerró el partido con un último parcial de 6-4. Mirada a la grada y brazos levantados para que el galo se bañara en aplausos.
El triunfo en París significa el segundo título del año para Tsonga, que ya ganó el torneo de Bangkok (Tailandia) el pasado mes de septiembre. El tenista galo recibió además con esta victoria el último pase para la Copa de Maestros de Shanghai, donde, a falta de ultimar el alcance de las lesiones de los diferentes tenistas, estará acompañado por Rafa Nadal, Roger Federer, Novak Djokovic, Andy Murray, Nicolay Davydenko, Andy Roddick y Juan Martín del Potro.
Bjorkman y Ullyett se llevaron el torneo en dobles
En la disciplina de dobles, la victoria fue para la pareja formada por el sueco Jonas Bjorkman y el zimbabuense Kevin Ullyett, quintos cabezas de serie del torneo, que se impusieron a la dupla sudafricana formada por Jeff Coetzee y Wesley Moodie, sexctos favoritos, por un marcador global de 6-2 y 6-2 tras cincuenta y ocho minutos de juego.
Se trata del tercer título del año tanto para Bjorkman, que ganó también en Bastad (junto al sueco Robin Soderling) y Estocolmo (junto al propio Kevin Ullyett), y para el mismo Ullyett, que ganó también en Nottingham (junto al sueco Bruno Soares) y Estocolmo (junto al propio Jonas Bjorkman).