El conjunto gaditano le devolvió al rival, además, ''la moneda'' tras haberle eliminado el pasado septiembre en la Copa del Rey en un partido que se disputó en este mismo escenario que se decidió en la tanda de lanzamientos desde el punto de penalti.
El equipo andaluz salió con ambición y desplegó un buen fútbol con el que creó peligro ante la meta murciana, aunque no lo finalizó con acertados remates.
Los del técnico Javier Clemente, en el arranque del partido, intentaron tapar huecos ante las acometidas de los rivales, pero también se encontraron con un gol a su favor en el primer remate a puerta que tuvieron.
Fue en un centro al área en el que el centrocampista Ángel Montoro estuvo atento para superar a su marcador y de cabeza puso el balón ajustado al palo sin que llegara el meta Chema.
Con el 0-1, el Xerez redobló sus esfuerzos para marcar y siguió con el control de la situación ante un adversario que se dedicó a defender.
El Real Murcia, no obstante, volvió a tener la suerte de su lado cuando una de sus contadas aproximaciones la convirtió en gol, en esta ocasión en propia meta de Martí Crespí, quien, en su intento de despejar ante la presión del delantero serbio Ranko Despotovic, batió a su portero poco antes del descanso.
En la segunda parte se mantuvo la misma disposición de los equipos, ya que los de Esteban Vigo presionaron mucho sobre el área visitante y volvieron a gozar de oportunidades para marcar.
A los diez minutos de la reanudación llegó una jugada clave, ya que el meta Elía le hizo penalti a Mendoza, fue expulsado por esa falta y después Momo transformó el lanzamiento al engañar al portero Alberto García, quien entró en el campo en sustitución de Montoro.
Poco después llegó el empate a dos, con un tanto de Aythami tras un despiste defensivo murciano que dejó el partido propicio para la remontada local en la media hora que restaba.
El Xerez, volcado ante un adversario en inferioridad, logró el objetivo en el minuto 69, con un tanto de Mario Bermejo, pero lo que ya perecía claro para los locales se truncó con el empate a tres tras un fallo garrafal del meta Chema del que se aprovechó Dialiba.
Fue Momo el que, de un gran lanzamiento desde el interior del área, logró el 4-3 cuando aún faltaba cerca de un cuarto de hora para la conclusión del choque, mientras que Calle, de penalti, puso el definitivo 5-3 ya en la prolongación.