La Real Sociedad se llevó los tres puntos ante el Gimnástic (1-2), en un partido que tuvo dominio alterno pero en el que los donostiarras mostraron una mayor contundencia de cara a la portería. Con este resultado el Nàstic rompió su buena racha de las últimas jornadas y el equipo de Lillo puede volver a respirar tras un pésimo mes de octubre.
La primera oportunidad fue clara para Moisés. El delantero remató de cabeza tras un lanzamiento de falta desde el lateral que Bravo pudo atajar de forma segura. Y una jugada embarullada tras otro lanzamiento de falta estuvo a punto de sorprender a los donostiarras, que veían como el balón salía lamiendo el palo. Campano, un minuto después, lanzó desde lejos y balón que estuvo a punto de sorprender a Bravo.
El dominio del partido era totalmente para los locales; controlaban el esférico, llegaban al área contrario y apenas sufrían atrás. La Real estaba descolocada y desconocida, sin profundidad y sin saber a qué jugaba. No fue hasta pasado el primer cuarto cuando los de Lillo despertaron. Antes, Mairata tuvo una nueva oportunidad a les quince minutos tras otro lanzamiento de falta, pero su cabezazo se fue desviado.
Poco a poco la Real se empezó a estirar y a mirar hacia la portería contraria. No puso en apuros a Rubén, pero al menos empezó a plantar cara a los locales. La aproximación más clara llegó a los veintiún minutos, con una jugada de Castillo por la izquierda que acabó con un centro al área que Marcos no remató por poco. En la siguiente llegó el gol donostiarra. Una jugada embarullada acabó con el balón muerto en la frontal que remató de forma magistral Moha al fondo de la red.
Pudo el equipo visitante aumentar la ventaja a diez minutos del final del primer tiempo, tras una jugada de Castillo por la izquierda que la dejó para Díaz de Cerio que acabó rematando sin suerte. La Real fue la dominadora clara en los instantes finales del primer tiempo, con un Nàstic perdido al que afectó en exceso el gol encajado.
Goles en la recta final
La segunda mitad empezó igual que acabó la primera, con la Real mandando. Aún así el que dio el primer susto fue el Nàstic, con un disparo de Redondo desde la derecha que estuvo a punto de batir a Bravo. Poco después Labaka estuvo a punto de marcar en su propia puerta tras rechazar mal un centro. Esa jugada espoleó al conjunto de Ferrando, que volvió a encontrar la convicción necesaria como para volver a buscar la portería contraria.
Marcos pudo marcar el segundo tras un lanzamiento desde fuera del área. En la siguiente jugada N'Gal no tuvo suerte dentro del área y Tortolero la tuvo poco después tras un lanzamiento desde el lateral que remató el central por encima de la portería. Y otra vez N'Gal no supo definir sólo ante Bravo cuando ya se cantaba el gol. Ocasiones para ambos conjuntos aunque los locales cada vez apretaban más.
Y así llegó el empate. Falta directa escorada a la derecha que lanza Moisés a la escuadra derecha de la portería. Una vez más el Nàstic consumaba la remontada y buscaba la victoria. Pero no fue así. La Real no perdió la fe y pese al aluvión local fue capaz de aprovechar la única que tuvo. De Cerio se encontró con un balón perdido en el área y no falló, estableciendo el 1-2 en tiempo de descuento.
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